A pocos kilómetros al norte de la capital, en el barrio residencial de Newport encontramos la que aparece en la foto. Una piscina de agua salada de 50 metros de largo tallada en la roca de la costa y separada del mar por una simple pared que, en numerosas ocasiones, no resulta suficiente para parar los embates de las olas.
Un dato curioso es que estas piscinas cuentan con una cadena en toda su extensión para echar mano de ella si la corriente del mar es demasiado fuerte para nosotros.
Entre las más populares está Wylies Baths en Coogee Beach (ver mapa). Allí mismo, a corta distancia está la piscina conocida como “Nun’s pool y tiene como peculiaridad que está dedicada sólo a mujeres por loque es la elegida de embarazadas, señoras de edad y mujeres musulmanas.
Otra piscina para conocer es la de la famosa playa Bondi (foto), punto de encuentro de surferos y una de las playas de moda cada temporada.
Sean pequeñas como pequeños rincones en la roca o grandes como la de Newport, las piscinas de roca son una experiencia local que todo turista puede compartir.