Seguimos con nuestro recorrido por los edificios más significativos que encontraremos en la Exposición Internacional Zaragoza 2008. El pabellón de España será probablemente uno de los más visitados, por jugar en casa y también por su diseño espectacular que apuesta por una arquitectura comprometida con el medio ambiente.
Continente y contenidos muy interesantes se conjugan para ofrecer una parada obligada en la Expo. Será uno de los pabellones más innovadores de la muestra, tanto por los materiales empleados en su construcción, como por su estética.
A primera vista, parece que vayamos a introducirnos en un bosque de bambú que contiene en su interior cajas de vidrio diáfanas, en las que se instalarán las exposiciones. En realidad, el exterior lo forman finos pilares forrados de barro cocido, que contribuirán a crear un microclima que permitirá al visitante resguardarse del calor, lo cual seguro que gustará a más de uno en pleno verano…
El edificio es obra del arquitecto navarro Patxi Mangado con la colaboración del Centro Nacional de Energías Renovables. Se ha recurrido al agua, la ventilación, la sombra y la protección que crean la cubierta y esos finos pilares que rodean las cajas de cristal para convertir el edificio en un ejemplo de arquitectura ecológica y sostenible.
Entre otros elementos que contribuyen a ello, la cubierta será un contenedor energético donde se dispondrán colectores solares y acumuladores de agua para recuperar la de la lluvia.
Pero pasemos al contenido. Bajo el lema “Ciencia y creatividad”, el Pabellón de España pretende presentar una visión dinámica, moderna, científica y creativa de España con respecto al gran tema del agua, su origen, sus propiedades, su evolución, sus usos, su gestión, su importancia. Se divide en 5 espacios expositivos distribuidos en 2 alturas, en los que se pretende explicar por qué el agua es hoy uno de los elementos centrales para el futuro de nuestro país y de nuestro planeta.
Además, podremos hacer aquí una parada gastronómica para degustar nuestras delicias culinarias, pues también se da cita en este pabellón la alta cocina española, ya que alberga un restaurante.
Un amplio programa de actividades culturales y didácticas, con espectáculos diversos, conferencias y jornadas sobre la gastronomía, el cambio climático, la arquitectura y el agua completan el atractivo de este Pabellón.
Especial mención merece la presencia de la música, con espectáculos sonoros diarios tales como la “Orquesta de lluvia” o el “Viaje sonoro a través del agua del mundo”, así como los talleres tan sugerentes como “La magia del agua”, en los que los participantes se acercarán de primera mano a la ciencia de un modo lúdico y pedagógico.
También en la sala de exposiciones ‘Comprender para sobrevivir: el Clima’ tendremos curiosas muestras que nos acercan al cambio climático y la importancia del agua, como un mapa virtual de la Tierra que mostrará el calentamiento global, maquetas de la desparición de lugares como el Delta del Ebro o un bloque de hielo que se irá deshaciendo a lo largo del verano.
Desde luego, este pabellón ofrece múltiples atractivos, yo no me lo perdería.