En un país tan bello y hospitalario como Colombia nos encontramos con una iniciativa que rivaliza en surrealismo con las mejores novelas de su hijo, Gabriel García Marquez.
La antigua residencia del mundialmente famoso cabecilla del narcotráfico, Pablo Escobar (muerto hace 15 años) se ha convertido en un parque temático basado en el zoológico privado que había formado su dueño.
Una propiedad de 2.700 hectáreas de magnífica naturaleza que se transformó en el coto particular de Escobar en el cual mandó construir su imponente casa, con instalaciones privadas de lujo y un zoológico repleto de especies exóticas.
A partir de la muerte de Escobar, el estado no pudo hacerse cargo de mantener semejante estructura. Los edificios fueron saqueados y quedaron en ruinas. La mayoría de los animales murió por falta de cuidado. Entre las especies más raras se hizo traer unos hipopótamos que se resistieron al “cambio administrativo” y se ambientaron a vivir salvajes en el río cercano, formando una manada que hoy constituye el principal atractivo del parque temático: Hacienda Napoles.
El parque conserva el nombre de la finca original, y en su página web no hace ninguna referencia al dueño original, pero curiosamente se habla que la Dirección Nacional de Estupefaciente se hizo cargo de la administración hasta la creación del parque.
Con su pista de aterrizaje privada, sus piscinas, casa de invitados y demás, la finca muestra ahora un acuario, un mariposario, un recinto de fauna autóctona, una sector de reptiles, caballerizas, bosques, un río, etc.
Nada queda de aquellas fiestas de lujo y descontrol de cuando Escobar tenía todo el poder que el dinero podía comprar. Hoy, Hacienda Napoles se abre al publico turista y trata de olvidar el pasado.
fuente: eldiariodelviajero