El próximo 8 de agosto comienzan los Juegos Olímpicos en Beijing, China. Y¿ porqué ese día? ¿ El 8 del 8 del 2008 ?
Un pueblo tan supersticioso como el chino tuvo que elegir un número 8 rotundo para comenzar una de sus empresas más grandes frente al mundo. Es que el 8 es el número de la suerte, y no se lo iban a perder, justo este año… 2008.
Cuando la ceremonia inaugural dé comienzo (a las 8 de la noche, claro), China habrá tenido que superar muchas duras pruebas hasta llegar a ese momento. Estos últimos meses han traído calamidades de todo tipo al pueblo chino, a pesar de todos las prevenciones tomadas, dando por casi ciertos los temores de graves cataclismos por haber “jugado” hasta el extremo con el famoso numerito.
Los que temen que los problemas no hayan acabado, se aferran a más numerología para concluir que el 8 ya no es de tan buen augurio para los Juegos. Veamos:
El 25 de enero (25/1) una gigantesca tormenta de nieve dejó aislados a millones de chinos y causó muerte y destrucción. 2+5+1=8
El 10 de marzo cientos de monjes budistas y civiles salieron a la calle para recordar el aniversario de la rebelión tibetana contra Pekín en 1959, que fue aplastada por el Ejército chino y acabó con la huida al exilio del Dalai Lama, pero la movilización degeneró en violencia y culminó el 14 de marzo (14/3) con los peores disturbios que ha vivido la región en décadas. 1+4+3=8
El 12 de mayo (12/5), los habitantes de la provincia china de Sichuan, la más poblada de todo el país con más de 87 millones de habitantes, son sacudidos por un pavoroso terremoto que cobra miles de vidas y gran destrucción. 1+2+5=8
Los budistas (religión mayoritaria en la China aconfesional) consideran de muy mal agüero el hecho de que el sismo de Sichuan se produjera el día del cumpleaños de Buda, que se celebra en Asia el octavo día del cuarto mes del calendario lunar, que este año fue el 12 de mayo.
Para colmo de males, el pueblo ya ha rebautizado a las cinco mascotas de los Juegos con lo que ya se conoce como “la maldición de los Fuwa”, .
Mascotas Beijing
Beibei, un pez; Jingjing, un oso panda; Huanhuan, un fuego; Yingying, un antílope tibetano; y Nini, una golondrina, han sido relacionados con las catástrofes y revueltas que asuelan a China desde que dio comienzo su año olímpico.
Según esta creencia, el antílope Yingyin representa las revueltas tibetanas de marzo; Huanhuan, la antorcha olímpica, cuyo relevo internacional fue interrumpido una y otra vez por defensores del Tíbet; Jingjing, el panda, tiene su hábitat en Sichuan, devastada por el terremoto de este mes.
La relación de la golondrina Nini con un grave accidente de tren de Shandong en abril es bastante tangencial, aunque nunca se sabe. Y nos quedaba Beibei, el pez… que acaba de morir.
Las autoridades chinas había regalado a la ciudad de Hong Kong un rarísimo ejemplar de una variedad de esturión que sólo se da en ciertas zonas remotas de su territorio, y que fue elegido como la quinta mascota: Beibei.
A pesar del mimo puesto por el personal del Ocean’s Park, el pobre animalito tuvo un encuentro cercano con una barracuda de su mismo tanque y se nos fue, palmó, crepó, finito.
Agotadas las posibilidades de “protección” de las cinco mascotas, anuladas una a una, ¿ y ahora qué ?
Ya saben, los que estén dispuestos a participar o asistir a los Juegos Olímpicos, carguen en su equipaje una pata de conejo, una ristra de ajos, algún crucifijo, un chaleco salvavidas, 4 o cinco velas grandes, algún sapo amigo que se deje disecar y unos gramos de hierbas mágicas compradas en la Botica Slug & Jigger , en el Callejón Diagon.
fuente: eldiariodelviajero